Una luz al final del camino:

Parece una locura, un sueño hecho realidad, el día lunes primero de Septiembre de 2008 se presento el bloque opositor al dictador, y que bloque señores !!! Rafael Bielsa con su experiencia política a nivel nacional y el legado que su hermano le entrego, Lucio Acuña con su pasión y valentía (las cuales personalmente, yo envidio), el gran Guillermo Lorente (¡ El hombre de hierro!), Van der koy y su ejemplo a seguir en el periodismo, Moresco (un peso pesado de tribunales), los muchachos de Militancia Leprosa con su entrega, valentía, garra y corazón; y el listado sigue, este derechazo a la mandíbula de la figura de la dictadura, junta experiencia política y periodistica, legados familiares, pasión, la sabiduría que dan las batallas ganadas en la calle y la plaza, valentía, dureza, entrega, sacrificio, garra, corazón, capacidad, y por sobre todas las cosas, un incontenible amor hacia la sangre y el luto...

Personalmente les confieso que pensando en estos hombres remonto al pasado y veo a la Primera Junta; o imagino las reuniones de los benditos autoconvocados, y lo único que viene a mi mente es apodarlos como “la Logia Lautaro del siglo XXI”.

Leprosos, todavía falta para brindar, pero tranquilamente podemos ir llenando nuestras copas con el más caro champagne importado...

Imagino al radical, que con el tiempo sufrió una metamorfosis hacia el socialismo, muy asustado; a Eduardo J. López diseñando su escape al exterior en jet privado; y a Caminos preocupándose porque tendrá que vivir de lo que le de su minimarket. Todas mentiras que ellos mismos se hacen para escapar un tanto de la realidad y así no temer como lo están haciendo en este momento. Esta en los libros, en el contrato social, donde se dice que el poder baja de Dios hacia el pueblo, y este por medio de un contrato social pacta con el estado (o poder) para asegurar sus derechos, pero si el estado no cumple con sus funciones, el pueblo esta habilitado para derrocarlo. Pasará tanto con el binguero como con las generaciones siguientes al asesino de Santucho.

Deseo finalizar esta carta recordando a la Democracia que en paz descanse, ya que en este año se cumplirá el decimocuarto aniversario de su desaparición; y con el mismo pesar de entonces y en constante evocación de la nobleza de su espíritu, nombro y repudio a Eduardo José López y la justicia santafesina, que son quienes acabaron con su vida.

Me despido diciendo que podré no ser justicialista, pero soy conciente de que si el gran general estuviese vivo esto no hubiese sucedido ni en Newell’s, ni en ninguna institución de la republica Argentina.

Atentamente, Franco C.